Fuentes periodisticas

El Mundial, pieza clave de la dictadura

El diario Clarin era un medio independiente, pero hasta que el gobierno militar no concluyó, no se pudo leer en ninguna de sus páginas alguna nota sobre los desaparecidos o los muertos. Aunque más de una vez este diario se animo a publicar algún que otro articulo, automáticamente los militares irrumpieron en la imprenta donde se hacía el diario amenazando con el cierre del mismo por este artículo “incorrecto” haciendo que en el número siguiente del diario se le dedicara un espacio a la explicación del artículo del día anterior diciendo que no era “eso” lo que habían querido decir.
Como esta nota trata las palabras eran prohibidas, ya sea de forma pacifica o con violencia. Y a pesar de todas las consecuencias que traía hablar de los hechos que sucedian hay personas que lo arriesgaron todo para informar a la gente, periodistas que se jugaban hasta su propia vida con tal de hacer su trabajo: hablarle a los ciudadanos con sinceridad, contarles lo que pasaba en realidad.
Gracias a esta gente no solo se supo la verdadera historia sino que en parte hoy somos lo que somos y poseemos esta libertad de expresión. 




Mundial 1978: la fiesta que no jugaron 25 millones de personas.


Con el objetivo de "reorganizar" el gobierno, el régimen militar puso en marcha una sangrienta represión que instauró terror en la población, con la intención de destruir toda forma de organización y participación popular.
Argentina había sido designada cinco años antes como sede del mundial 78 y la junta militar organizó cuidadosamente la Copa, de manera tal que no quedasen dudas sobre la “buena imagen” del país y su gobierno que recibía denuncias hechas, en especial desde Europa, sobre las continuas  violaciones a los derechos humanos realizadas en el mismo.
El país se paró durante 24 días para alentar a la selección nacional; pero en los 340 centros clandestinos de detención, la tortura y la muerte no tuvieron asueto.
De este modo, el deporte más popular en Argentina fue utilizado como un medio para desinformar a la población y a la opinión internacional.